domingo, 25 de noviembre de 2018

ACTITUD CON FUNDAMENTOS

Dentro de poco hará un año de la publicación de una entrada que lleva por título "El compromiso en los deportes colectivos". El motivo de la misma fue comprobar como ese compromiso y el esfuerzo y actitud necesarios para mantenerlo, se perdían. Eso, y no ser capaz de saber como podemos dejar de esforzarnos por ser mejores en algo que se supone nos gusta y a algunos, incluso les apasiona.


A día de hoy, casi un año después, una serie de situaciones hace que me vuelva a plantear el tema porque creo que el problema, en poco o nada ha cambiado. Como tanto oímos decir a los políticos en este país, el compromiso ni está ni se le espera. Por supuesto que las cosas pueden salir mal en ocasiones. Tenemos derecho a cometer errores, es más, debemos cometerlos porque es indicativo de que se intentan las cosas y no debemos tener miedo a fallar. Lo que no es de recibo es que esos errores se vuelvan repetitivos porque es indicativo de que no se está trabajando bien y demuestra falta de interés y de actitud. La actitud es la manera en que te enfrentas a las cosas, y tanto en la victoria como en la derrota, ésta ha de ser la misma. No cambia. Lo único que cambia es el resultado. Con ello no quiero decir que una buena predisposición te asegure la victoria pero ayuda, y mucho. ¿Sabéis a que más ayuda?. A irse para casa con la satisfacción de haber hecho las cosas bien, a haber competido o entrenado de la mejor manera posible y a mantener la motivación e ilusión necesarias para intentar hacerlo mejor la próxima vez. Una buena actitud mantiene la llama viva. En el polo opuesto, podemos ver que incluso a veces jugando mal y con una actitud nefasta, se gana. Pero no me parece éste el camino más adecuado. Con el tiempo ¿a dónde nos lleva?. Hay una persona que ante la mala marcha de su equipo luego de una gran racha de victorias comenta: "hace tres meses me di cuenta que algo pasaba. ganábamos jugando mal".

Si me seguís u ojeáis el blog un poco, comprobaréis que varias de las últimas publicaciones guardan relación con el baloncesto. ¿Casualidad?. Pues no. Son muchas horas de "chupar" grada en partidos y entrenamientos de mi hijo, cosa que tengo que reconocer que me encanta y disfruto casi siempre. Puedes ver la evolución de los chavales, comportamientos, conductas, diversión, actitudes. El baloncesto, digamos que se ha convertido en el medio a través del cual expreso todo aquello que voy observando.  

La última entrada, sin ir más lejos, versa sobre dos libros que narran la experiencia de los jugadores que los publican: "Cuando éramos los mejores bajo el aro". Durante la redacción de ésta, di con un par de vídeos muy interesantes. De uno de ellos, comencé a editar pequeños fragmentos que fui enviando al grupo de whatsApp que compartimos padres y jugadores. Mientras hacía esto, una de esas situaciones a las que hacía referencia anteriormente, me animó a escribir y utilizar esos fragmentos para transmitir mejor el pequeño análisis posterior de cada uno dando mi opinión o visión de las cosas. La idea es que visionéis el fragmento primero y continuéis leyendo después.

                                          

Impresionante!. Finales de los años 60, población de 2000 habitantes, 9 canchas de baloncesto. "Jugábamos al baloncesto, al fútbol y otros deportes, pero con la edad elegí el baloncesto...". Y su verdadera pasión es el béisbol!.
Hay una persona con la que me encanta hablar a menudo de todo, pero especialmente de deporte. Cuando echa la vista atrás recuerda que en "nuestra época" jugábamos a todo, y ese jugar a todo hacía que fueras bueno en casi todo. Me dice que ahora los niños tienen muchas actividades y luego un deporte. Un deporte en el que quizá sobresalga pero que de alguna manera lo "incapacita" para el resto. ¿Especialización temprana sin pretenderlo?. Que importante ese amplio bagaje deportivo que te permite escoger después aquello que más te guste o  simplemente aquello en lo que sobresalgas un poco más. El caso, es que hagas lo hagas, has de hacerlo con pasión y determinación, no importa si al principio no eres fuerte, rápido o habilidoso. Si te esfuerzas al máximo y quieres mejorar, puedes lograrlo.



"Mi meta era ser tan bueno como yo pudiera ser, y por eso pasaba horas y horas perfeccionando mi juego...pasábamos horas practicando los fundamentos, como manejar el balón con las dos manos y tirando como es debido...él compartía el baloncesto, se ocupaba de la gente...le encantaba pasar".

La referencia a la hora de mejorar tienes que ser tú mismo, no valen las comparaciones con los demás. Tú no sabes el esfuerzo y dedicación que los demás ponen en la tarea y por tanto no sabes apreciarlo en la medida adecuada. Las cosas no salen de un día para otro, requieren de un esfuerzo que varía de unos a otros y porque entrenes tanto o más que el vecino quizá no llegues a su nivel. Por eso tienes que ser lo mejor que puedas ser tú en cada momento y según las circunstancias. Aportar tu granito de arena. Esa es la medida. Llegados a este punto, el "dominio" de los fundamentos básicos necesarios para poder desarrollar la tarea es fundamental. Si no lo hago, me fallo a mí mismo y por extensión al equipo que confía en mí y me hace partícipe, con su juego, del objetivo colectivo que no es otro que el competir en la medida de nuestras posibilidades.


"Los aficionados adoraban a Larry. No sólo encestaba y asistía. Jugaba duro, se arrojaba al suelo, reboteaba muy bien, hacía todo eso que deseas que haga tu mejor jugador".

El mejor jugador hace todo aquello que como aficionado quieres que haga tu mejor jugador. Era tal su manera de entender el juego y de entender las necesidades que el equipo esperaba de él en cada momento que simplemente lo hacía. Y con su ejemplo hacía partícipes a los demás y al equipo más fuerte. Que bonita manera de liderar.

                                          

"Daba igual contra quién jugara, su juego siempre estaba a este nivel. Y eso dicta el nivel al que el equipo debe jugar...Para Larry todo era el equipo, ganar y jugar juntos, y por muy bueno que él fuera, sabía que no podía ganar por si solo, lo sabía desde el colegio..."

¿Quién dijo eso de la unión hace la fuerza?. Cuando te decides por un deporte colectivo, la fuerza del equipo viene derivada de la suma de las individualidades. No importas tú, sino la aportación que puedas hacer cuando el equipo lo necesite y de la manera en que lo necesite y para ello tienes que estar preparado siempre. Alucino con aquellos jugadores que no paran de quejarse porque no juegan lo suficiente, como si "jugar" fuera la única razón por la que están en el equipo. No es tu tiro, es nuestro tiro. No importa que seas el mejor. Y si lo eres, no olvides que eres uno más.

                                         

"Con todo el respeto a Michael Jordan, el mejor de la historia y el más espectacular, vi a Larry hacer algo que Magic también podía hacer pero no Michael, y es dominar un partido sin encestar..."


Al hilo del fragmento anterior, lo que importa no eres tú sino lo que puedas aportar al colectivo. Kemba Walker, base de los Charlotte Hornets, metió 60 puntos recientemente contra Philadelphia. Perdieron el partido. El entrenador de los Sixers dijo que lo habían intentado todo y que no habían podido con él. Walker dijo que estaba decepcionado y que todo habría sido mejor con una victoria. Quizá, sólo quizá, lo que el equipo necesitaba de él era otra cosa. 
Yo sí tuve la fortuna de ver a un jugador dominar un partido encestando tan sólo dos puntos. Hace dos  o tres temporadas Adrián Laso, pívot de Clavijo Logroño, venía de una temporada en blanco por una lesión de rodilla. En partido de LEB Oro contra Leyma Coruña dió lo que para mí fue un recital de baloncesto. Dos puntos. MVP del partido. Victoria. Algo haría bien.


"En mi época había mejores tiradores, se movía mejor el balón y el juego se basaba más en los fundamentos...Hoy todo es más grande, fuerte, atlético...pero sigue siendo baloncesto...Hoy se basa todo más en el uno contra uno, hay talentos magníficos que tienen una mentalidad anotadora...En nuestra época, si no anotabas tenías que rebotear y asistir todo lo posible"

En este pequeño fragmento dice que los jugadores de ahora no tiran tan bien como los de antes porque las defensas son mejores y más duras, pero también dice que la línea de tiros libres sigue a la misma distancia y las estadísticas hablan por sí solas, antes metían más. También dice que en su época se basaba todo más en los fundamentos para lo que se pasaba horas y horas perfeccionando sus aptitudes; manejando el balón con las dos manos, tirando como es debido...Que análisis más simple. Sigue siendo baloncesto. Y el dominio de los fundamentos es...fundamental.

En una ocasión creo recordar que dije que los deportes, colectivos o no, se asientan en cinco pilares básicos: Actitud, Concentración, Intensidad, Compromiso y Creatividad. Todos y cada uno de ellos se sustentan a base de esfuerzo, dedicación, solidaridad, trabajo en equipo, perseverancia, constancia, tener una gran ética de trabajo... Aquella persona que había notado tres meses atrás que algo pasaba porque ganaban jugando mal, dió un motivo para ello: "se habían vuelto egoístas". Y en un equipo no hay lugar para el egoísmo, nadie puede ganar solo. Kemba Walker, apunta: si no anoto tengo que rebotear y asistir todo lo posible

Después de todo esto aún hay alguien que todavía piense que sólo estamos hablando de baloncesto. Hablamos de deporte y de la vida. La actitud es el reflejo de lo que se ve (en este apartado los papis tenemos que dar ejemplo),  y la manera de enfrentarnos a lo que nos toca vivir, Y siempre ha de ser positiva, valiente y decidida. Y sí, en ocasiones va a ser muy complicado que así sea. Pero la actitud no debiera cambiar, tiene que ser siempre la misma. Lo que cambia son los recursos con los que  te enfrentas a las circunstancias que van surgiendo, y eso te lo proporciona la experiencia y el trabajo diario.

Hace poco me enteré de un chaval que estaba castigado sin ir a entrenar por no esforzarse lo necesario en los estudios. Me consta que es un caso de actitud, no de capacidad. Yo no soy muy partidario de castigar a los chavales sin ir a entrenar o sin jugar un partido. Creo que lo necesitan por muchas buenas razones. Pienso que hay otras maneras de castigarlos que precisamente son un impedimento para que los niños hagan más deporte. Me refiero a la época tecnológica en que vivimos. Prefiero castigar sin Xbox, Play, Tablet y demás (ahora parece que hay que castigarlos con que salgan a la calle si no más de uno no se mueve de casa). Si este tipo de castigo, o cualquier otro,  no funciona, podemos utilizar el dejar de entrenar como último recurso, y si la cosa mejora estamos de enhorabuena, quiere decir que el deporte le importa.

Y ya para terminar, no podía dejar pasar la ocasión de meter la anécdota personal de turno. Cuando iba a EGB, sexto o séptimo, había una profesora (esto que voy a contar que no salga de aquí. Yo doy clase en el cole de mi infancia y esa profesora fue  compañera mía unos años) que me amenazó con no dejarme ir a las carreras sino mejoraba mi rendimiento y supongo también mi comportamiento (no recuerdo yo portarme mal en el cole) con el cole cuando el deporte escolar todavía era escolar. A mí se me empezaba a dar bien lo de correr y os aseguro que la odié un montón. Sin embargo, tengo que darle las gracias porque hizo que me pusiera las pilas. Pude odiarla un poco más pero lo que descubrí fue que más grande que todo el odio que pudiera tener hacia ella, lo era el amor que sentía hacia el atletismo. Las cosas no me han ido mal desde entonces.

Postdata: tenía la entrada lista para publicar pero ayer por la tarde me acerqué al pabellón a ver el partido del senior del CB Noia de 1ª Divisón contra el Obradoiro. Al terminar, la persona con la que decía anteriormente que hablo sobre todo de deporte, me pregunta qué tal y qué jugador me había gustado. Le contesto que sin lugar a dudas el número 7. Coincidimos. El más bajo del equipo, el menos atlético, probablemente las razones que utilizan muchos entrenadores para descartar jugadores, las limitaciones físicas. Pero chico!, que actitud y que fundamentos!. Baloncesto sencillo y espectacular por lo simple del mismo. Ya es hora de que apostemos por los buenos, porque los buenos siempre ganan.


POR UNA BUENA ACTITUD EN EL DEPORTE Y EN LA VIDA



Vídeo completo en Informe Robinson: PALABRA DE LARRY BIRD

sábado, 20 de octubre de 2018

CUANDO ÉRAMOS LOS MEJORES BAJO EL ARO

"Cuando era niño, la única cosa que me importaba era ganar a mis hermanos. Mark y Mike eran mayores que yo, y por lo tanto más grandes, más fuertes y mejores"..."quería ganarles, más que nada, más que a nadie. Pero aún no había conocido a Magic. Cuando lo hice, era a él al único al que tenía que derrotar"..."yo profesaba un respeto enorme por Magic, más que por cualquier otra persona con la que haya competido. Desde la primera vez que le vi, me di cuenta de que veía el juego de la misma forma que yo. Todo consiste en competir, y eso es lo que ambos compartíamos. Eso fue lo que nos hizo destacar"..."a los dos nos encantaba pasar y mantener a nuestros compañeros involucrados en el juego. No era nuestra prioridad meter 50 puntos, aunque habríamos podido hacerlo fácilmente cuando estábamos en nuestro mejor momento"..."mantuvimos una lucha infernal persiguiendo el mismo objetivo durante más de doce años, y durante todo ese tiempo el respeto estuvo siempre presente".


"Mi entrenador en el instituto, George Fox, solía decirme que no diese mi talento por sentado. Eres especial, Earvin, decía. Pero no puedes dejar de trabajar duro. No olvides esto: existe alguien ahí fuera con tu mismo talento y que está trabajando igual de duro. Quizá más aún"..."pensaba para mis adentros: me gustaría conocer a ese tío, porque nunca lo he visto"..."eso cambió el día de 1978 en el que entré en un pabellón de Lexington, Kentucky, y vi a Larry Bird por primera vez. Entonces supe que aquel era el tipo al que se refería el entrenador Fox. Larry era un tipo especial. No hablaba demasiado y estaba siempre ensimismado. Pero, amigos, sabía jugar al baloncesto".


Los párrafos anteriores son extractos sacados de la introducción con la que comienza un libro, "Cuando éramos los Mejores",  al que hacía ya bastante tiempo le había echado el ojo. Un libro que narra el paso por las canchas y la vida de dos de los más grandes jugadores de baloncesto de la historia. Dos jugadores que marcaron una época, que hicieron HISTORIA con mayúsculas. Que impulsaron la NBA a cotas nunca vistas y mostraron el camino a seguir  para que ésta sea considerada hoy como la mejor liga del mundo y el sueño de casi todo jugador...excepto Sergio Llull (siempre ha dicho que su sueño es jugar en el Real Madrid). Es la historia de una rivalidad entre dos equipos (si fichabas por uno de los equipos tenías que odiar al otro) que se repartieron los campeonatos en la década de los ochenta, personificada en la figura de dos jugadores irrepetibles cuya mayor obsesión era descubrir como podían hacer para mejorar y superar al otro. Dos jugadores que vieron como sus carreras se entrelazaban, pues a pesar de ser diferentes en carácter y personalidad, compartían el amor por el juego, la pasión por competir y reconocían y admiraban (en secreto) el juego del otro:

"¿Has visto que Magic dió 21 asistencias?, le preguntó en una ocasión su compañero Chris Ford. Bird no contestó, pero ya estaba al tanto de los números de Magic. Era lo primero que había mirado por la mañana. Tenía la vista puesta en él, admite Bird...a cuatro mil quinientos kilómetros de distancia, Magic se levantaba todas las mañanas, se preparaba un zumo de naranja, abría el periódico y miraba a ver que habían hecho Bird y los Celtics la noche antes. Contaba laboriosamente no solo los puntos de su rival, sino también las asistencias. Cuando empezaron a aumentar, cuenta, supe que estaba haciendo lo que le corresponde: hacer mejores a sus compañeros"...

Dos jugadores, uno blanco y otro negro, cuando ser negro aún era casi pecado y había equipos que todavía se consideraban de blancos:

"Larry era un tipo dominador, extremadamente inteligente y blanco; Magic era dominador, extremadamente inteligente y negro. Eso no le importaba nada a los entrenadores o los jugadores, pero sí al público. Larry despertaba admiración y conseguía seguidores entre los blancos; Magic hacía lo propio entre los negros. Y por eso surgió cierta animosidad entre los dos grupos cuando Celtics y Lakers se enfrentaban"...
"la llegada de Bird y Magic ayudó a disipar ideas falsas en ambos extremos del espectro racial"..."en Los Ángeles, Magic frecuentaba la barbería Morningside...se quedó sorprendido al escuchar a los -mayores- hablar sobre Bird...lo reconozco, el chico sabe jugar (dijo su peluquero). Ya te lo dije la última vez que estuve aquí (contestó Magic). Es verdad -replicó el barbero-. Pero no te lo compré hasta que lo vi en las Finales contra los Rockets. ¡Que espectáculo! A su lado, Moses Malone parecía malo"...Poco después de esa jugada, los chicos negros comenzaron a aparecer en los playgrounds con la camiseta con el número 33 de Bird. Magic se quedó pasmado la primera vez que lo vió, sobre todo porque fue en una cancha de cemento de Los Ángeles"...
"Cuando Magic Johnson aterrizó en el aeropuerto Logan de Boston para el primer partido de play-off contra los Celtics, un anciano afroamericano le siguió y le extendió la mano. Vas a ganar a esos Celtics, le dijo. ¿De dónde es usted? (le preguntó Magic). Soy de Boston (contestó el hombre). Pensaba que todo el mundo en Boston era de los Celtics (dijo Magic). Hijo, soy negro.¿Por qué iba a animar a esos chicos blancos?"...
"Bird no era muy consciente del trasfondo racial. A él no le preocupaba de qué color fueses mientras cortases hacia el lado correcto, controlases  a tu hombre y te lanzases a por los balones divididos. Era un adalid de la igualdad de oportunidades: tanto daba si eras blanco o negro, iba a ir a por ti si no lo dabas todo"...
"En mis giras alrededor del país siempre me reciben afectuosamente, especialmente en Boston. La gente dice a sus hijos, - tú te lo perdiste. Larry y este tío armaban un espectáculo. Le odiábamos, pero también le repetábamos"...

Tengo que reconocer que siempre he sido más de los Lakers que de los Celtics, pero eso no me ha impedido ser de Bird y su manera de entender el juego. De alguna manera fue un adelantado a su tiempo y ya entonces él hacía las cosas que ahora se entienden como baloncesto moderno y donde nadie sabe realmente la posición que ocupa en la cancha. Vivimos una época en la que los pívots son grandes tiradores de tres, viven lejos del aro. Los aleros juegan en el poste, tienen que reinventarse. Los equipos, una vez miras la estadística, tiran más de tres que de dos pero los porcentajes dejan mucho que desear la mayoría de las veces. Vivimos por el triple que cuenta más, pero lo malo es que también morimos, en muchas ocasiones, por él (los Lakers de Lebron debutaron esta noche con derrota, como siempre que Lebron debuta en un nuevo equipo. Si nos atenemos a que jugó las últimas ocho Finales de la NBA, no es un mal comienzo, sigue la costumbre. El primer triple del equipo llegó en el tercer cuarto. Hasta entonces llevaban 0/15. ¿Conclusión?). Esta temporada, en el circuito Movistar de pretemporada, se ha hecho el experimento de ampliar la pista un metro a cada lado porque ya no se cabe. La línea de tres está cada vez más lejos. Esta reconversión ha venido por exigencias del juego, que ha cambiado debido a la irrupción de equipos como los Warriors o los Rockets, los cuales buscan posesiones rápidas y tiros lejanos. En ese tipo de juego los jugadores grandes no tienen cabida a no ser que se reinventen. Bird, sin embargo, hacía de todo por necesidades del equipo, no del juego. ¿Qué necesita el equipo hoy de mí?. Tanto Bird como Magic ponían su talento a disposición del colectivo. Cuenta una anécdota durante un partido en el que Kevin McHale estaba que se salía e iba camino de batir el récord de anotación de la franquicia. Ese día, como siempre, Bird dejó el ego en el vestuario y se hinchó a dar asistencias y coger rebotes. Mantener a los compañeros involucrados en el juego lo llama Bird en la introducción. Hacer equipo lo llamo yo. Michael Jordan lo explica perfectamente: 

"Larry era un tema de debate. De hecho aún lo es. la gente me pregunta siempre  quiénes son para mí los cinco mejores jugadores de la historia, y cuando empiezo nombrando a Larry me interrumpen y dicen: ¿Estás de broma o qué?. ¿No puede compararse con Lebron James!. Y yo les contesto: No lo pilláis. Larry es mucho mejor que cualquier otro alero de la historia y, para ser sincero, aún no tengo claro si era alero o ala-pívot. En cualquier caso, para apreciar por completo a Bird hay que entender de baloncesto...no saltaba por encima de la canasta, no machacaba por encima de nadie, no era rápido. Por eso algunos no pueden apreciar el valor de su juego. Si entras en el Madison Square Garden, la meca del baloncesto, y preguntas ¿qué piensa usted del juego de Larry Bird?, la respuesta será que- Era un gran jugador porque hacía de todo en la pista-".

La gran rivalidad entre Magic y Bird comenzó en la final universitaria de la NCAA del año 79 entre Indiana State y Michigán State que caería del lado de Magic. Continuaría al año siguiente ya en la NBA, donde al principio los enfrentamientos entre Lakers y Celtics se reducían, por decirlo de algún modo, a la "guerra" entre ambos. Sin embargo, esta rivalidad no lo fue al principio, pues irónicamente comenzaron jugando juntos.

"Lexington, Kentucky. Abril de 1978. El lanzamiento salió despedido del aro, pero Larry Bird, cartografiando el vuelo del balón, capturó el rebote y avanzó sin vacilar, girando la cabeza como si examinase sus opciones. Earvin Johnson Jr, ya había comenzado a correr hacia la canasta rival cuando el balón todavía estaba en el aire. Sólo había jugado con Bird durante esos seis dás, en un combinado de estrellas universitarias que disputaban una competición internacional con formato de liguilla, pero ya tenía claro que Bird era el mejor reboteador del equipo. Bird ocupó el carril central y Magic se situó en el lado derecho y pidió el balón, pero el alero miro a otro lado, como si tuviese asuntos más perentorios en otro sitio. Durante un instante Magic se sintió frustrado: Este tío no me la dará, murmuró. Pero entonces llegó: un misil por detrás de la espalda que aterrizó directamente en la palma de la mano derecha de Magic. El balón se quedó allí justo el tiempo suficiente para que Johnson desarmase al jugador que le defendía, Andrei Lapatov, con un crossover y se lo devolviese a Bird con un pase sin mirar por encima del hombro. La estrella de Indiana State apenas dejó que se alineasen las costuras antes de devolver el balón con un toque a Magic, sin dejar margen de reacción al abrumado defensor soviético. Cuando Johnson anotó la bandeja, el público del Rupp Arena, en Lexington, Kentucky, rugió con deleite...Johnson no conocía a Bird y se quedó impactado por lo buen pasador que era. Fueron tres segundos increíbles , cuenta Magic. ¡Bum, bum, bum! Pensé: ¡Dios, me encanta jugar con este tío!. Y créeme, al público también le encantaba".

Quizá el "Showtime" comenzara aquí...

También he de reconocer que en estos momentos soy más de los Celtics por influencia del peque de la casa. Que de peque ya no tiene nada y es un gran fan de Boston; de Irving, de Hayward, de Tatum... pero sobre todo de Larry Bird.


Tardé en hacerme con el libro. Bastante más de lo que tardé en leerlo porque es muy fácil y ameno de hacerlo. Tiempo después, otro crack del baloncesto sacaba a la luz su primer libro como autor titulado "Bajo el aro. Aprender del éxito y del fracaso" . Hablamos de Pau Gasol. Pedazo de deportista al que admirar y del que ya publicamos una entrada titulada: "Pau Gasol: Liderar con el ejemplo". En ella reproducimos un artículo de Pau para El País Semanal en el que ya deja ver pinceladas de lo que cuenta más detalladamente en el libro que acaba de publicar. En éste nos habla de los valores y principios que sus padres le inculcaron desde pequeño, los cuales le han llevado a conseguir las metas que se ha propuesto y a mantenerse en la élite del mejor baloncesto del mundo durante 17 temporadas y hasta que el cuerpo aguante. 


Es increíble que cuarenta años después de aquella final universitaria, Gasol, al escribir sobre su experiencia personal hable de los mismos valores que encumbraron a Bird y Magic. Cuenta que todo el mundo tiene una habilidad o talento para desarrollar una actividad pero que no es ésta la que te va llevar arriba y mantenerte ahí, sino saber que hacer con ella en cada momento y adaptarte a las necesidades. Es ese otro talento o habilidad, de la que muchos carecen, para hacer los sacrificios y esfuerzos necesarios cuando son necesarios la que te va a poner en el lugar que mereces (con ocasión del último Ironman de Hawai, leí unas palabras de Carlos David Prieto, entrenador de Javier Gómez Noya, en las que daba la clave de por qué Javi es uno de los mejores: siempre hace lo necesario, incluso cuando las ganas de hacerlo no acompañan). Actitud, ética de trabajo, compromiso, determinación, respeto. Cuenta Gasol que Kobe Bryant es uno de los mejores jugadores, sino el mejor, con el que ha tenido la suerte de jugar. Pero no lo es por su talento innato, sino por las innumerables horas de dedicación y esfuerzo que pone en ello. Siempre he dicho que para mí la suerte no existe, que hay que levantar el culo y salir a buscarla. Sin embargo, hay numerosos estudios que dicen que sí existe. También dicen que cuanto más trabajas, más suerte tienes. No sé que pensar, pero lo que sí tengo tengo claro es que todos aquellos que creen en la suerte no ven todo el gran trabajo que hay detrás del éxito.

"Bird se retiró a la casa de West Baden que acababa de construirse y que contaba con una pista de baloncesto reglamentaria. Añadió un tiro con paso hacia atrás a su arsenal ofensivo y lo perfeccionó haciendo 800 tiros al día. Buckner fue a visitarle aquel verano y aceptó participar en uno de sus entrenamientos matutinos. Se levantaron a las siete de la mañana, se calzaron las zapatillas y salieron a correr ocho kilómetros colina arriba. A Buckner le sorprendió lo duro que era el recorrido que hacía Bird, casi todo cuesta arriba, y fue andando a partir de la mitad. Bird no era muy veloz, pero tenía las piernas largas y la mirada de determinación de un atleta con ganas de revancha. Buckner y él no hablaron sobre la paliza de los Bucks, pero la insatisfacción de Bird estaba implícita en la intensidad de sus entrenamientos. Tras la carrera, Bird se subía a la bicicleta y pedaleaba 30 kilómetros por el condado. Después, mientras el sol estaba en todo lo alto, se pasaba una hora y media lanzando quinientos tiros, y otros quinientos libres".

Gasol dedica una parte del libro a analizar el papel de líder. Dice que los hay de dos tipos: de acción y emocionales. Los primeros son un ejemplo de tesón y entrega en la pista y con sus acciones logran motivar a sus compañeros. Los segundos motivan más con la palabra. Ambos tipos de líderes buscan llevar a sus compañeros allí donde quieren ir, e incluso en ocasiones adonde no. Buscan el compromiso haciéndolos partícipes de la misión u objetivo colectivo que se hayan marcado e intentan que desarrollen todo su potencial para que se sientan parte del todo logrando que pongan sus habilidades individuales al servicio de las  necesidades colectivas. Todos los jugadores son importantes. El equipo gana o pierde unido. No dependemos de nadie y dependemos de todos. Tanto Bird como Magic eran dos líderes natos que supieron sacar lo mejor de sí mismos y de sus compañeros. Desde la acción y desde la palabra cada uno a su manera. Magic era más extrovertido, siempre chocando manos, sonriendo. Bird era más inexpresivo, parco en sus palabras, directo. Bird diría: "¡juega bien o no juegues!".

Si os decidís a leer el libro, os daréis cuenta que siempre hablan de juego. A pesar de ser la liga más feroz del mundo y los competidores más grandes que te puedas encontrar ven el baloncesto como un juego al que jugar y al que ganar, por supuesto. Hay una película de Clint Eastwood, me encanta Clint Eastwood, titulada Golpe de Efecto. Hace el papel de ojeador de un equipo de béisbol. Un ojeador de los de antes, de los de ir a ver jugar al chaval y observar como se desenvuelve en la competición. Nada de tecnología, ordenadores, velocidades de la pelota, biomecánica del movimiento, estadísticas, etc.. El caso es que comienza a tener  problemas de visión y no puede realizar su labor todo lo bien que debiera, por lo que le acompaña su hija con la que no mantiene buena relación por cabezonería de él. El equipo para el que trabaja quiere jubilarlo. El director de fichajes quiere a un bateador que promete, con unas estadísticas en ligas menores extraordinarias, pero Clint no lo ve igual pues falla en las bolas curvas. Acaban fichándolo. Su hija descubre por casualidad a un lanzador (pitcher) mientras juega con su hermano al escuchar el sonido de la bola al impactar con el guante. Decide llevarlo a hacer una prueba y lo ponen a lanzar contra el gran fichaje. Se pone en el montículo y parece verse superado por la situación: el estadio, el equipo, directivos. La hija de Clint se acerca y le pregunta qué pasa, que si está nervioso. Respuesta: "no jefa, sólo es un juego"...estaba disfrutando del momento. El desenlace os lo podéis imaginar: el bateador no pilla ni una. Ni sabiendo lo que le van a lanzar.

Para todos aquellos que trabajan duro para conseguir sus sueños, para todos aquellos que tienen la valentía de al menos perseguirlos aunque tarden en llegar y para todos aquellos que se mantienen en la brecha día tras día, recordar que la verdadera recompensa está en el esfuerzo y no en el resultado. No buscamos partidos perfectos, sólo esfuerzos perfectos. Dar lo mejor de nosotros mismos cada noche de partido, cada entrenamiento, cada día que decimos hoy no voy y vamos, cada día que... Disfruta e intenta ser un poco mejor jugador y mejor persona cada día.

Si os habéis dado cuenta, el título de la entrada es una combinación perfecta de los títulos de ambos libros. Quizás he abusado un poco reproduciendo extractos del libro pero la historia no la cuento yo, lo hacen estos dos grandes deportistas. Espero que de este modo os entren ganas de leer un poco más. Para los que no, siempre os quedará Youtube.




¡Hoy es día de partido!. 






domingo, 30 de septiembre de 2018

PENSAR, CORRER, SENTIR.



"Corro pero no tengo prisa por llegar. Corro buscando nada y encuentro todo". Aurora Pérez.

En ocasiones, cuando la inspiración llama a mi puerta, comienzo a escribir una entrada nueva y se queda archivada como borrador hasta que la recupero más adelante y decido terminarla. El artículo de hoy es uno de esos casos.

Allá por el mes de noviembre de 2017, cayó en mis manos el nuevo número de la revista Runner´s World. Como siempre, me detengo en los artículos de dos colaboradores que me gustan especialmente, Antonio Alix y Aurora Pérez. Esta vez,  el artículo de ésta última despierta en mí una inspiración especial que hace que las ideas comiencen a fluir y decida esbozar los primeros trazos de una futura entrada para el blog. El motivo de que se haya quedado tanto tiempo archivada, es que estando practicamente terminada, envío un correo a la editorial de la revista para transmitir mi felicitación a la autora y pedir permiso para reproducir el artículo, pero no encuentro contestación y mientras tanto publico otros artículos quedando éste en el "olvido".

Hoy lo recupero y publico la entrada tal cual allá por noviembre del año pasado, excepto por el detalle de que no consigo encontrar en la red el artículo cuyo título reproduzco en la cabecera de la entrada, el cual me inspiró y despertó en mí emociones y sensaciones que, si bien nunca se fueron, quizás estaban escondidas o atenuadas. Os dejo, sin embargo, el enlace a tres artículos que, a mi juicio, cumplen con los requisitos de aquel y son la prueba de la capacidad de transmitir que Aurora tiene.

"La entrada de hoy no he tenido que pensarla demasiado. Tan solo he tenido que leerla y sentirme inmediatamente imbuido por las sensaciones que la autora transmite a través de las palabras con las que va desgranando la sencilla experiencia de correr. Sencilla experiencia que genera sensaciones y beneficios no tan simples. Totalmente de acuerdo con todas y cada una de las palabras que Aurora plasma. Parece fácil; cortar,  pegar y listo. Pues no. Es viernes y toca salida en bici.

Hay una cita de una triatleta con la cual explica lo que para ella supone montar en bicicleta: "aquí arriba nada me estresa, nada me molesta, nada me perturba. Aquí olvido todo y me concentro en mí. Es mi lugar." Creo que ese es precisamente uno de los motivos que todos los que montamos en bici o simplemente practicamos deporte buscamos. Tener un sitio al que apartarnos desde el cual seamos capaces de ver las cosas desde otra perspectiva y modificar, si se puede, las circunstancias que nos han tocado. Es en ese lugar, donde perderse un rato, en el que ahondamos en temas  de los que luego sacamos conclusiones válidas porque nada nos molesta. Ese es el lugar en el que saco ideas para mis entradas a las que doy vueltas que luego ordeno en casa.

Hace como año y medio, publicaba una entrada a raíz de un editorial de Antonio del Pino, director de la revista TRIATLÓN. Lleva por título: "Mejor de lo que era". Hoy es la revista RUNNER´S WORLD la que me trae de nuevo aquí. Reseñar que ambas publicaciones pertenecen al grupo MPIB (Motorpress Ibérica).

Cuando leo la revista Runner´s, me detengo especialmente en los artículos de dos colaboradores. Uno de ellos es Antonio Alix, que escribe una columna que lleva por título: Haciendo Amigos. Si al título le unes la descripción que hacen de él: "multideportista gruñón que en sus ratos libres habla y escribe sobre diferentes disciplinas deportivas", te puedes hacer una idea de por donde van los tiros sobre los temas de los que escribe. Sinceridad no le falta, "con pelos en las piernas, sin pelos en la lengua", que diría él. Y razones tampoco. 

Me vais a permitir que en este punto me extienda un poco pues creo que la ocasión lo merece tratándose de una revista para corredores. Sí, una vez más vamos a tirar de experiencias personales. Y para ello me voy a remontar 28 años atrás, a las Navidades de 1990 y 1991. Por esas fechas realizábamos una concentración en la Residencia Blume de Madrid, y fue entonces cuando tuve las primeras noticias de que había un deporte al que llamaban Triatlón y que aunaba tres disciplinas: natación, ciclismo y carrera a pie. El responsable de la concentración era Jorge González Amo (olímpico en atletismo en México 68), excelente persona y gran contador de historias, que transmitía fenomenalmente su pasión por el deporte y que con ello me hizo amar el atletismo un poco más. Él estaba empezando con el triatlón una vez retirado del atletismo, imagino que como yo por la oportunidad que le ofrecía este "nuevo" deporte de no forzar tanto con la carrera a pie y poder repartir el esfuerzo con dos disciplinas más.

Un día, al volver de la Casa de Campo de hacer unas series de 4 km. a 3 minutos el km., pasó por allí un triatleta y nos lo presentó. Se llamaba Antonio Alix. Yo no tenía ni idea de quién era ni de lo que representaba. Posteriormente me enteré que es uno de los pioneros del triatlón en España y que ya por aquel entonces había competido en el Ironman de Hawaii. Pasados los años si lo he seguido más, debido sobre todo a su faceta como comentarista en Eurosport y columnista en diferentes publicaciones, pues comulgo bastante con su modo de ver las cosas y el deporte.

El segundo colaborador, y el que nos compete en el día de hoy, es Aurora Pérez. Atleta internacional en varias ocasiones que ha destacado de manera sobresaliente en las categorías de veteranos con múltiples títulos y plusmarcas. Su espacio se llama: La Vida a Zancadas y sus artículos siempre me han llamado la atención por su calidez y ese punto de ensoñación que transmiten.




Kilian Jornet es un referente para mí. Me encanta la visión tan simple y al mismo tiempo tan "real" que tiene del deporte. Los que me seguís, o me leéis de vez en cuando, quizá os habéis fijado que en la columna de la derecha del blog hay un apartado: El Deporte en Palabras. En estos momentos tengo una cita de Kilian: "corremos porque nos proporciona emociones y sensaciones que no se encuentran en ningún otro sitio. No debemos buscar el por qué de correr. No hay un por qué. Si te gusta, hazlo."

Aurora, por el contrario, describe paso a paso la experiencia de correr y transmite tantas sensaciones y emociones, que es muy difícil no sentir la necesidad de salir ahí afuera y sentir aquello que las palabras te han transmitido.


Scariolo, entrenador de la selección masculina de baloncesto, dice que el pase une porque es cosa de dos. Correr, sin embargo, es cosa de todos y se da la casualidad que el basket nos unió a Edu y a mí a través de nuestros hijos que lo practican y mientras aprovechamos para echar unas carreritas o pegar un trote. Yo antes corría. Con ello me refiero a que entrenaba duro para competir. Ahora, jugamos a correr. Incluso a veces jugamos a competir. Decía antes que Aurora destacó sobremanera en veteranos. El tiempo pasa para todos. Yo lo noto, además de en otras cosas, en que antes se me conocía por Suso el que corre. Ahora, a pesar de seguir corriendo, se me conoce por ser el padre de Matías el que juega al baloncesto. Y me encanta que me conozcan por ello. Por ser el padre de...y por el denominador común que es el deporte. A pesar de que el deporte sólo es una pequeña parte de todo lo que somos como personas, que importante es que una vez que lo abrazas ya no te separas.

Tú que corres, sal y emociónate. Tú que no corres, sal y prueba. Pero no vale con probar sólo dos días. Lo bueno se hace esperar, pero cuando llega, entonces ya no puedes dejarlo. Si después de leer el artículo no sales a correr...entonces nunca sabrás lo que te estás perdiendo.

Aurora suele acabar los artículos con las palabras: El Arte de Correr. Yo diría que además de una artista del correr te has convertido también en una artista de la palabra capaz de transmitir sensaciones y emociones. Dicen que el primer borrador se escribe con el corazón y el definitivo con la cabeza. Aurora escribe el primero con el corazón y el definitivo, también con el corazón, un corazón que piensa y siente mientras corre. Gracias por renovar de algún modo mi pasión por correr.

Hay una cita de un lector, no recuerdo de que revista, que es muy adecuada para mezclar con el título de la columna de Aurora:


"No puedes ponerle más zancadas a la vida,
pero si más vida a esas zancadas"



Aquí os dejo los enlaces a los tres artículos de los que antes os hablaba. Pinchando en el título de cada uno de ellos podéis acceder a su lectura. Espero que los disfrutéis tanto como yo.


Paleta de colores


25 cosas que aprendí corriendo


Correr es...










martes, 18 de septiembre de 2018

PASAPALABRA CONDICIÓN FÍSICA

        Este curso, los alumnos de 1º de la ESO, confeccionaran sus propios apuntes de la materia correspondientes a la primera evaluación y que tienen que ver con los contenidos de Condición Física. Recordar que la parte teórica de la asignatura representa el 30% de la nota final, a la cual añadiremos un bonus por haber completado el pasapalabra que podéis descargar pinchando en la imagen inferior. Una vez descargado, podéis escribir la respuesta al final de cada definición y presentarlo al profesor para conseguir el aumento en la nota final.




domingo, 8 de abril de 2018

LANCES DEL JUEGO

Como en tantas otras ocasiones, y nuevamente sin yo buscarlo, hoy la inspiración me ha encontrado en Orense. Durante un partido de baloncesto de la Liga Gallega Mini Masculino un "Lance del Juego", calificativo empleado por el entrenador del equipo contrario, ha sido el detonante que me ha impulsado o más bien catapultado a escribir estas líneas, en el transcurso de las cuales intentaré dar forma a ideas que me venían rondando en la cabeza desde hace tiempo. Ahondaremos en varios temas: daré mi opinión sobre lo que para mí es un lance del juego; que la expresión: "son niños", no vale para explicar ciertas actitudes y conductas; y hablaremos también, no sobre la labor que los árbitros desempeñan que es de elogiar y primordial para que los chavales puedan disfrutar de su pasión por el deporte, sino de la enorme responsabilidad que tienen cuando pitan a categorías inferiores.

Una vez más, antes de nada, quiero dejar bien claro que todo lo que escriba no es más que una opinión que necesito sacar de dentro, y que mi ánimo no es criticar ni buscar culpables. Si mi punto de vista merece ser tenido en consideración o no, no me corresponde a mí decidirlo.

El "Lance del Juego" que nos ocupa es una entrada a canasta ante la que el defensor nada puede hacer porque el atacante va con clara ventaja; un 1 para 0 como se suele decir, bandeja fácil, 2 puntos, partido igualado, más de tres tiempos por jugarse todavía (los minis juegan 6 tiempos de 8 minutos cada uno) y todo ello a una velocidad digamos que alta (el dato de la velocidad es muy relevante por varias razones y lo veremos más adelante). ¿Qué sucede a continuación?. Jugador en el aire, el defensor sin opción ninguna lo toca por detrás y caída muy aparatosa contra la canasta con consecuencias que nunca tendrían que haberse producido...pero ahí están.


En el cole, una de las cosas en las que más incido cuando estamos en clase es en la seguridad. Si botas mejor o peor, defiendes mejor o peor, si intentas un tiro desde el medio campo, hazlo siempre con seguridad. Espera a que no haya nadie bajo canasta para tirar porque no sabes donde va ir la pelota y podemos lastimar a alguien; si el jugador ya está en el aire, no lo toques!!! porque no tiene donde apoyarse para rectificar y la caída es segura. Los "Lances del Juego" para mí, son aquellas situaciones imprevistas que escapan a nuestro control y que nin tan siquiera podemos prever, sólo podemos tratar las consecuencias a posteriori. Si además, a estos "Lances del Juego" le añades la expresión esa de: "son niños y no había intención", peor me lo pones. Precisamente porque son niños no debieran darse estas situaciones y por supuesto que intención no había, pero las consecuencias son las que son y no se pueden borrar. No hace mucho decía que los niños tienen que compartir, disfrutar, jugar y aprender, pero para ello hay que enseñarles a compartir, a disfrutar y a jugar. Si hacemos todo eso estoy seguro que aprenden, porque tontos no son...son sólo niños. Lamentablemente, situaciones como ésta se suceden cada vez más, y aquí la responsabilidad de los árbitros, es grande. 

Cuando se habla de los árbitros, solemos hacerlo sobre lo bien o mal que desempeñan su labor sobre el terreno de juego. A mí me gustaría centrarme sobre la enorme responsabilidad que asumen cuando pitan en categorías inferiores. Los árbitros cumplen dos funciones: aplicar el reglamento, y para mí sobre todo, tienen que enseñar el reglamento.

Muchos de esos "Lances del juego" vienen como consecuencia de ser demasiado permisivos en ocasiones. Ya no son baby ni premini. Muchos niños acumulan varios años de práctica ya. El reglamento es el que es y como tal hay que aplicarlo, no podemos confundir a los chavales. Los pasos son pasos, los dobles son dobles y una falta es una falta. Si un mini tiene que jugar dos tiempos obligatoriamente pero no para de cometer faltas y tendría que expulsarlo en el primer tiempo, o le explico lo que pasa antes de eso o lo expulso, pero no puedo señalarle cuatro faltas en 5 minutos y luego dejar de pitárselas por no haber hecho mi labor antes. ¿Qué mensaje estoy mandando?. Para mí, además de la Constancia, la Disciplina y la Motivación, hay cinco Pilares Básicos sobre los cuales ha de asentarse el trabajo de un equipo: Actitud, Concentración, Compromiso, Creatividad e Intensidad. No confundir Intensidad con Agresividad que no tiene nada que ver. ¿Para qué sirve el acta de un partido?. ¿Quién analiza esto al acabar?. ¿Se archivan y ya está?. Si el acta de un partido refleja al final que un equipo ha cometido 28 faltas por 9 del otro, ¿es que uno ha defendido mucho y el otro poco?...

La categoría de un árbitro no la establece la competición en la que arbitra, que también. Está claro que nadie llega arriba porque sí. Para mí, tan importante como la labor que desarrolla, es el cómo lo hace. Pongamos un ejemplo: Jacobo Rial Barreiro, árbitro de la Liga Endesa desde la temporada 2009 y que recientemente ha cumplido 200 partidos en dicha competición. Cuando no tiene partido de la máxima competición se acerca a pitar en categorías inferiores y es una delicia verlo porque más que aplicar el reglamento se lo enseña a los chavales, se para y les dice que ha pitado tal cosa porque han hecho esto o aquello mal. Los niños aprenden...mucho.

Vamos ahora a dar un pequeño repaso a la normativa de la Liga Gallega en categoría Mini. Reconozco que me la he mirado por encima, pero sin entrar demasiado en detalle: necesitas tener el balón oficial de la competición, terreno de juego de unas determinadas dimensiones, marcador...pero, ¿qué dice sobre como tienen que ser las canastas?. Pues dice que pueden ser canastas de pie o canastas de pie basculantes. De éstas últimas dice que son las ideales y las otras, para competir, en mi opinión no valen porque no hay distancia entre el tablero y el pie de la canasta. Es como hacer una entrada y chocar con la pared. No hay espacio. Son peligrosas.

                               


Os acordáis que hablamos antes de la velocidad e intensidad de ejecución de las acciones de los chavales. Pues bien, cuando era pequeño se me daba bastante bien correr. Sé lo que es hacer 2´30´´ en los mil metros. Incluso gané unas cuantas carreras importantes. Yo solo corría. Estos chavales son balas que enfilan una canasta con un balón en la mano, que miran hacia el aro sin perder de vista al defensor y que mientras van por el aire tienen que pensar como frenar para no chocar. Un árbitro no llega para poder abarcar todo eso. De hecho, creo que las normas exigen dos, ¿por qué no hay dos?.

Hace poco ví una película. "Profesores de Hoy", del año 1984 con Nick Nolte en el papel de profesor que todavía se interesa por sus alumnos y lucha por ellos cuando ya nadie lo hace. Al final de la película, desesperado, va a dar todo por perdido por culpa de un sistema que no cuida de los alumnos. Entonces, se enfrenta a un compañero, y le dice que va a seguir luchando porque no son los alumnos los que están ahí por ellos, sino que es al revés. Somos los profesores los que estamos ahí porque hay alumnos que nos necesitan. En el deporte ocurre lo mismo. Tenemos que cuidar a los niños para que no decrezcan sus ganas de seguir jugando. Todos!!!, tenemos que cuidarlos.



miércoles, 17 de enero de 2018

COMPARTIR, DISFRUTAR, JUGAR, APRENDER...

Hace como tres meses y medio, mi hijo emprendió un viaje hacia la aventura con el deporte de por medio. Juega al baloncesto en categoría Mini (10-11 años) y fue llamado a participar en una serie de concentraciones o encuentros con el objetivo de formar la Selección Gallega que acudirá al Campeonato de España a finales de marzo. La selección estará compuesta por 12 integrantes que saldrán de los 16 preseleccionados previos. Es decir, 4 se quedarán "fuera".

Ser seleccionado y acudir al campeonato quizás sea la motivación externa u objetivo visible final que motive a los chavales para esforzarse y sacar lo mejor de ellos mismos. Sin embargo, creo que lo más importante y que valorarán en su justa medida con el paso del tiempo, es el viaje que les habrá llevado hasta allí y cuyo nexo de unión es el deporte. El deporte, el baloncesto en este caso, quizá fuera lo único que tenían en común al inicio del trayecto. Con el paso de las convocatorias la complicidad, el compañerismo, la amistad se ven a simple vista y el baloncesto pasa a un relativo segundo plano porque los vínculos que los unían se han ampliado y se han hecho fuertes.




Mi hijo no es el mismo jugador que era hace tres meses. En todo este tiempo se ha beneficiado enormemente  de "COMPARTIR" trabajo, esfuerzo e ilusiones con sus compañeros; ha acumulado experiencias, ha hecho amigos, ha "DISFRUTADO" y ha "APRENDIDO" a ser mejor jugador y mejor persona también. Aito García Reneses cuando habla del trabajo de cantera y formación de jugadores alude a: " La sociedad lo que quiere es ganar y nosotros lo que debemos es "FORMAR". Los padres, cuando el niño llega a casa siempre preguntan: ¿Habéis ganado?. No debería ser así. Eso no debería tener importancia. En ese trabajo de cantera es tan importante el trabajo en cancha como los padres, el colegio, los amigos...Para formar un jugador de baloncesto, primero, hay que formar una persona".

Hoy se conoce ya quienes serán los 12 "elegidos". Todos han disfrutado del mismo tiempo y las mismas oportunidades para demostrar el porqué de su elección, de modo que bien elegidos están (difícil papeleta para los seleccionadores). Todos han sido lo mejores que podían ser en este momento pero no lo mejores que pueden llegar a ser así que, esos 12, a seguir trabajando con la misma actitud, intensidad, concentración y compromiso que hasta ahora porque tenéis una responsabilidad con vosotros mismos, el equipo y con los que ya no están. Y los otros 4, orgullosos y satisfechos con el trabajo realizado, dispuestos a echar una mano en lo que se pueda y felicitar y alegrarse por los demás. Todo ello sin olvidarse de esforzarse en mejorar para seguir estando ahí. Porque estar ahí, es el verdadero premio. Hacer deporte y disfrutar con ello es un premio. Y no olvidéis que esto no es más que un "JUEGO" al que jugáis de la hostia!.

¿Significa todo esto que el viaje termina para esos 4 que se han quedado fuera?. Por supuesto que no, porque parte del éxito de los otros 12 se debe a esos 4 que también hacen equipo, y mejoran con su trabajo a los demás.  12 no son más que 4 y 4 no son menos que 12, 12 más 4 son un equipo fuerte y unido.

En el último editorial de la revista TRIATLÓN, Antonio del Pino hace mención a tiempos pasados y hechos que ya "sólo" son recuerdos: " ...no amontones tus mejores recuerdos. Disfruta de ellos y harás que otros lo hagan, que se inspiren. Hay que vivir el presente, pero no sólo "el ahora" es lo único valioso...
...tu vida, tus logros, tus competiciones; disfrútalos, aprende de ellos, enriquece tu vida con lo mejor que te pasó ayer, para mejorar lo de hoy y también todo lo que venga mañana..."

No es la primera vez que cito a Antonio del Pino pues cuando pillo la revista siempre empiezo por su editorial ya que tenemos una forma de ver el deporte bastante parecida y estoy de acuerdo con sus opiniones. Con las palabras anteriores viene a decir que tenemos que aprender del pasado pero sin vivir en él y mirar hacia delante, valorando lo que hemos conseguido. Sin embargo, él habla de no amontonar recuerdos y a mí me gusta más decir que somos coleccionistas de experiencias. Tampoco sería la primera vez que cito a Fito y Fitipaldis, pero esta vez me voy a quedar con Manolo García y dos de sus canciones: Vendrán Días y A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando. Si cogemos una estrofa de cada una de las canciones queda muy bien ilustrado todo esto que quiero transmitir.

"Vendrán días en que el peso que hoy te abruma se hará liviano
Vendrán días en que ese peso ya no será carga sino bagaje"

"Préstame esta noche tu maleta de los sueños. "

Quizás ahora no seamos conscientes de lo que hemos conseguido. Quizás pensemos que nos hemos quedado a las puertas, en el último escalón que nos llevaba a la cima, pero lo que de verdad hacemos es coleccionar experiencias. Colecciona todas las que puedas porque todas, todas, son valiosas. Acumúlalas y guárdalas bien en una gran maleta de los sueños, que engorde hasta casi no poder cerrarla y soñarás cada vez más alto. Quizás temas despertar porque puede que todo haya sido un sueño. Pero...¿y si no?. Despierta!, y persigue tus sueños.

Durante todo este tiempo, hay tres palabras que nos han acompañado. A mi hijo y también a nosotros, pues como todo buen viaje, siempre es más ameno si se comparte y los padres no podemos y no debemos dejar de acompañar a nuestros hijos, mostrarles el camino y confiar en que tomen las decisiones adecuadas. Es imposible no involucrarse pues siempre está contando cosas, detalles. Notas que se lo ha pasado bien y no puedes no vivirlo con él a través de su experiencia.


VOU, CHEGO, CONTIGO

Creo que estas palabras pueden valer tanto para decirlas dentro del terreno de juego (no puedo contarlo aquí pues sería darle ventaja al contrario y no podemos dejar que se anticipe a nuestras jugadas) como para fuera de la cancha, ya que denotan confianza, cooperación, complicidad, compañerismo, equipo...

Quisiera también dar las gracias y poner de manifiesto la gran labor de Javier, Daniel y Nacho, y por extensión de  todos los demás entrenadores y colaboradores que participáis en la ardua tarea que supone la Educación de nuestros hijos.

Ya para terminar, me voy a citar a mí mismo y me voy a dirigir a los que vais a tener el privilegio de representar a Galicia en el Campeonato de España:  "El baloncesto es un juego al que se juega. La cuestión no es ganar o perder, no se trata de buenos y malos...la cuestión es competir y ser lo mejor que uno pueda ser en cada momento porque la recompensa no está en el resultado sino en el esfuerzo que pones en ello. Si lo has dado todoentonces ya has ganado. "


¡¡¡NOS VEMOS EN LA CANCHA!!!